Via Veneto resiste cual conocida aldea gala acechada por romanos. Ni los tiempos de crisis, ni las modas, ni la nueva cocina, ni siquiera un cambio de cocinero cuando Carles Tejedor parecía más consolidado. Los calderos de pócima mágica los maneja ahora Sergio Humada, una apuesta valiente por juventud pero avalada por una buena formación y un CV más que interesante.
Conocí la cocina de Sergio en el
Hotel Alma, donde ya demostraba que su paso por Arzak, Berasategui o El Celler habían dado sus frutos. Aún lleva poco en Via Veneto y habrá que darle un tiempo para que se haga más presente su estilo. De momento, Via Veneto sigue fiel al suyo, que es lo que con toda seguridad buscan sus comensales...
Seguir leyendo
www.estocomo.com