Ana Merino y Mont Bar, en un momento dulce

La única mujer nominada al Premio Cocinero Revelación 2016 de la próxima edición de Madrid Fusión (Madrid, del 25 al 27 de enero de 2016) se llama Ana, se apellida Merino y lidera los fogones de un restaurante con dos años de vida en Barcelona. Finalista también del Premio Cocinero del Año del Fòrum Gastronòmic de Girona, competirá con otros cinco chefs por un reconocimiento que "aspira a identificar éxitos presentes con potencial de consolidarse", según define José Carlos Capel, presidente de Madrid Fusión, un premio que se otorgará el 26 de enero en el transcurso del congreso gastronómico.

El Cocinero Revelación de Madrid Fusión reconoce la labor de jóvenes cocineros -propietarios o no de un negocio- que hayan brillado por su trayectoria reciente y que no cuenten -todavía- con destacados premios, y ha nominado a Merino por haber convertido Mont Bar en un enclave de notable rango gastronómico. Como ha definido el propio congreso, la chef ofrece una cocina moderna, sabrosa, abierta a influencias lejanas, que mira de cerca a los sabores mediterráneos con abundantes recursos técnicos.

Disputarán a Merino el cetro de Cocinero Revelación: Alberto Lareo de Manso Restaurante, Santiago de Compostela; Ricardo Temiño de La Fábrica, Burgos; María José Martínez de Lienzo, Valencia; Javi Estévez de La Tasquería, Madrid, y Txema Llamosas de Casa Garras, de Karrantza-Harana (Bizkaia). Considerado una auténtica cantera de la gastronomía española, lo han conquistado en años anteriores Carmelo Bosque, Iñigo Lavado, Ricard Camarena, David Muñoz o Rodrigo de la Calle, entre otros.

Nacida en Santander en 1986, Ana Merino estudió Humanidades antes de trasladarse a la capital catalana y formarse como cocinera en la ESHOB (Escola Superior d'Hosteleria de Barcelona). Desde entonces ha formado parte de los equipos de cocina de Bravo 24 (Barcelona), de Carles Abellán; y los estrellados Sant Pau (Sant Pol de Mar) y Moments (Barcelona), ambos de Carme Ruscalleda.

Con Iván Castro como socio y jefe de sala, la chef se embarcó en 2012 en el proyecto de Mont Bar, un restaurante con hechuras de bar o un bar acogedor en el que se sirven especialidades resueltas, como lo define Madrid Fusión; un proyecto personal de cocina creativa de autor en el que da rienda suelta a su potencial. Con una cocina adaptable de la que emanan desde sencillas y excelentes croquetas de jamón de bellota hasta elaborados ceviches de vieira, ha sabido recrear un corpus gastronómico distinto y distintivo, propio, con un profundo conocimiento de los sabores tradicionales. Virtudes que ya le han convertido en una reconocida chef.