La centenaria Guía Michelin no está en su mejor momento. Un
artículo en el Financial Times disparó hace un tiempo las alarmas y parece que la situación económica de la celebérrima guía está atravesando algunas dificultades.
Prueba de ello, las recientes cancelaciones de las ediciones americanas de Las Vegas y Los Ángeles, así como la europea de Austria.
Por supuesto, la complicada coyuntura económica internacional no ayuda a mantener el negocio, aunque nuevos motivos, como la creciente aparición de blogs y publicaciones especializadas, tanto en gastronomía en general como en restaurantes en particular, pueden estar restando algunos clientes a la Michelin.
Tampoco ayuda que la lista S. Pellegrino (Restaurant Magazine), tan de moda últimamente, sólo incluya entre los 4 mejores restaurantes del mundo un establecimiento con 3 estrellas (El Celler de Can Roca), mientras que los otros tres (Noma, Mugaritz, Osteria Francescana) no pasan de las 2. ¿Por qué estas diferencias de criterio?
En cualquier caso, resulta improbable que las ediciones más consolidadas de la guía (Francia, España, Italia) puedan estar en peligro aunque, eso sí, parece más que necesaria alguna reformulación de estrategias para impedir que los nuevos medios electrónicos pongan en riesgo la supervivencia de la guía gastronómica de mayor seguimiento mundial.